La energía solar fotovoltaica está cada vez más entre nosotros y se ha convertido en la fuente de energía no convencional más utilizada en las viviendas.
Ha contribuido a esto:
- La disminución de los costos de instalación.
- Los avances en la normatividad que facilitan su implementación.
- El permitir inversiones en pequeña escala.
- El aumento en conocimientos y experiencia.
Lo que, unido a nuestra ubicación geográfica, que permite altos niveles de irradiación energética, incentivan la implementación de pequeños y grandes proyectos de este tipo de energía.
Cada vez más barato producir energía solar fotovoltaica
Los avances tecnológicos, las economías de escala al aumentar la demanda y otros componentes, como la mayor experiencia de los desarrolladores, han contribuido a la disminución en los precios de los sistemas fotovoltaicos.
Según la Agencia Internacional de Energía Renovable, el costo por kWh generado en plantas solares a gran escala, pasó de aproximadamente 0,068 dólares en 2010 a 0,378 dólares 2018. Una caída del 82 %.
El portal Energía Limpia XXI, en publicación del 23 de febrero de 2020 señala que: “Precios de sistemas fotovoltaicos bajan hasta 13,6% en el último año”. Otras fuentes dan datos similares.
Respecto a la producción residencial, la disminución de costos en el mismo periodo, estuvo entre el 47% y el 80%. Valor que varía, dependiendo de la región que tomemos.
Los avances en la normatividad facilitan implementación de energía solar fotovoltaica
Para promover el desarrollo y la utilización de las fuentes no convencionales de energía, principalmente aquellas de carácter renovable, en 2014 se expide la ley 1715.
En ella se establece el marco legal y los instrumentos para su promoción, pero, su aplicación no se dio de forma inmediata. Hubo necesidad de reglamentarla para superar una serie de problemas técnicos y legales.
Siguiendo esta línea de acción, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) expide la Resolución número 030 de 2018, con la cual, se regulan aspectos operativos y comerciales para permitir la integración de la autogeneración a pequeña escala y de la generación distribuida al Sistema Interconectado Nacional.
Este desarrollo normativo, da las herramientas legales para que:
- Los usuarios, que generan su propia energía eléctrica, puedan conectarse a la red pública y vender sus excedentes.
- Los operadores de red, logren definir las condiciones con las cuales estos sistemas de generación de energía eléctrica se pueden conectar a su red.
Con pequeñas inversiones podemos producir y comercializar energía eléctrica
Con un Sistema foto-voltaico conectado a la red eléctrica podemos tener instalaciones de menos de un KW.
Al ser un sistema que no utiliza baterías, bajan los costos y hace posible que por medio de una relativa pequeña inversión se pueda ahorrar en la factura de consumo de energía.
Permite tomar energía, tanto de los paneles solares, como de la red eléctrica pública. Se puede utilizar en viviendas que reciben el servicio normal de parte de un operador de red.
En caso que la producción de energía por parte de los paneles sea mayor al consumo de la casa, el excedente puede ser suministrado a la red pública.
Mediante un contador especial se mide, tanto la energía suministrada por la red, cuando la producida por los paneles no sea suficiente, como la suministrada por los paneles a la red pública, cuando existan excedentes. Con los datos que suministra se hace la liquidación para la factura.
Esta configuración es diferente al de un Sistema foto-voltaico autónomo o aislado de la red eléctrica. Instalación que necesita baterías para almacenar energía y atender el consumo cuando no hay luz solar. Esto encarece la instalación.
Es una solución rentable para sitios donde sea difícil el acceso a redes eléctricas públicas, como zonas rurales aisladas. Por costos, no se recomienda en casos donde tenemos suministro de la red pública.
Existen otras configuraciones, pero se pueden tratar en otra oportunidad.
Crecen la experiencia y los conocimientos, lo que permite mejores resultados
El tema de la energía solar fotovoltaica tuvo una especie de boom en los años 80 del siglo pasado a raíz de un programa de telecomunicaciones rurales de Telecom, que contó con la asistencia técnica de la Universidad Nacional.
Por motivos que no viene al caso salir a relucir, este impulso se frena en la década de los 90, mientras en el resto del mundo el tema sigue desarrollándose.
Esto trae como consecuencia que, ante el nuevo boom, que actualmente estamos viviendo, las empresas operadoras no se encontraran preparadas para avalancha de solicitudes y se presentaran dificultades para encontrar mano de obra calificada.
Pero esto se ha venido superando. El SENA ofrece programas de capacitación para la mano de obra y algunas universidades ofrecen programas a nivel de diplomados y se espera que programen otros a nivel profesional.
Más adeptos y mayores desafíos para las energías alternativas
En Colombia el uso de la energía solar se ha convertido en una alternativa que cada vez tiene más adeptos, sobre todo para generar electricidad.
Este auge, junto con el de otras formas de energía renovable, y su incorporación a la red interconectada, no puede darse de cualquier forma. Hacerlo puede tener consecuencias graves en el sistema eléctrico.
Como lo dice un experto en artículo del diario el tiempo titulado “Auge renovable prende alertas por la estabilidad del sistema eléctrico” en noviembre 26 de 2019:
“La incorporación de fuentes intermitentes adicionales traería consigo posibles sobretensiones transitorias, oscilaciones de tensión y de potencia e inestabilidad del sistema, que es posible mitigar con la incorporación de fuentes de generación convencionales que compensen la menor firmeza que tienen las fuentes de energía renovable no convencional”
Como se ve, la incorporación de energías renovables enfrenta retos tecnológicos a superar en el sistema eléctrico nacional, por lo que es necesario profundizar en su estudio y fortalecer la formación de los profesionales involucrados.
De todas formas, las energías renovables llegaron para quedarse y su impacto será cada vez mayor en el futuro. El mayor conocimiento que se adquiera sobre los mismos contribuirá a superar los problemas técnicos que se puedan presentar.
Espero este articulo le haya sido de alguna utilidad. Quisiera conocer sus opiniones.
Quiero conocer y estudiar, qué debo hacer
El SENA tiene oferta de cursos sobre el tema. Algunos universidades, como la universidad nacional, tienen ofertas educativas. En la web también se encuentra información que puede ser valiosa